Academia.eduAcademia.edu
¿Staphylococcus aureus resistente a la meticilina ​(​MRSA): Características y resistencia a meticilina. Staphylococcus aureus ​es un microorganismo que fue descubierto por el médico Alexander Ogston en 1880, pero hasta 1960 se detectó a ​Staphylococcus aureus resistente a la meticilina ​(M ​ RSA) en el Reino Unido. Se encuentra ampliamente diseminado en el ambiente dado que posee características particulares de virulencia y resistencia contra antibióticos. Causa una amplia variedad de enfermedades infecciosas en humanos y animales. Actualmente, es la causa más común de infecciones en pacientes hospitalizados y se caracteriza por ser la principal causa de bacteriemia nosocomial. Generalidades ​ n amplio grupo conformado por cocos Gram-positivos, con un El género ​Staphylococcus​ se caracteriza por ser​ u diámetro entre 0.5 y 1.5 micras, ​agrupados como células únicas, en pares, tétradas, cadenas cortas o formando racimos de uvas. Se han reportado 35 especies conocidas con 17 subespecies en el género. Figura 1.1 ​School of Life Sciences. Martin Oeggerli. (2013). ​Staphylococcus aureus​ en un microscopio electrónico. [Imagen]. Figura 1.2​ Practical Manual of Medical Microbiology. (2015). Tinción de Gram de ​Staphylococcus aureus. [Imagen]. Staphylococcus aureus (áureo o dorado) es una bacteria ​anaerobia facultativa​, ​inmóvil, ​grampositiva, no ​ ivide en tres planos para formar grupos de células esporulada y productora de c​ oagulasa y ​catalasa​. Se d irregulares semejantes a racimos de uvas. S ​ e cultiva en medios no selectivos, como el agar sangre, agar chocolate, cerebro corazón infusión agar (BHI), ​agar sal manitol o medio de Chapman ​y medios líquidos para hemocultivo. Las colonias de S. aureus se observan lisas, elevadas, brillantes y de bordes enteros. Presentan consistencia cremosa y pigmentación que va del amarillo a dorado debido a la producción de carotenoides. Es capaz de crecer en una amplia gama de temperaturas (7 ° a 48.5 ° C con un óptimo de 30 a 37 ° C), pH (4.2 a 9.3, con un óptimo de 7 a 7.5) y concentraciones de cloruro de sodio de hasta 15% de NaCl. Bacteriología. (2009). Cultivo de ​Staphylococcus aureus​ en Agar sangre. Para la confirmación de la especie se realizan pruebas como la de la enzima coagulasa, donde a diferencia de las demás especies de ​Staphylococcus, S. aureus​ es coagulasa positivo. Asimismo, se puede utilizar la prueba de catalasa, donde​ S. aureus​ por medio de esta enzima produce oxígeno, al interactuar con el peróxido de hidrógeno. Se conocen dos tipos de infecciones por MRSA derivados de su lugar de origen: CA-MRSA (community-associated) y HA-MRSA (hospital associated). La primera se deriva de contagios entre personas infectadas y sanas; la segunda se produce por contagios en hospitales y centros de atención médica. Características genéticas: El genoma es circular de aproximadamente 2.8 kb y tiene un contenido bajo de G-C (33%). Tiene una variedad de elementos genéticos accesorios extracromosómicos: los plásmidos​(1–60 kbp)​, los elementos móviles ​del genoma (0.8–18 kbp) que aparecen en el cromosoma o en los plásmidos de las clases II y III​, los profágicos (45-60 kbp) que están integrados en el cromosoma bacteriano y son inducibles por UV o mitomicina, las secuencias de inserción, l​os bacteriófagos templados de S. aureus que son miembros de los Siphoviridae y los grupos serológicos A, B y F, y los transposones, que contienen factores de virulencia y pueden transportar uno o más marcadores de resistencia antibiótica. La expresión de la mayoría de los factores de virulencia de Staphylococcus aureus está controlada por el locus agr, que codifica una vía de señalización de dos componentes cuyo ligando activador es un péptido autoinductor (AIP) codificado por agr. Figura 2.1​ Practical Manual of Medical Microbiology. (2015). Tinción de Gram de ​Staphylococcus aureus. [Imagen]. Biopelícula Algunas cepas de ​S. aureus producen un biofilm, que es una capa polisacárida extracelular que le permite prolongar la infección y colonización, adherirse a diferentes superficies y la diseminación a diferentes sitios del cuerpo. En la biopelícula se identificaron cuatro estados metabólicos distintos: células que crecen aeróbicamente, fermentativamente, en estado latente o muerto. Las células expuestas a la zona rica en oxígeno del aire superior y la zona rica en nutrientes líquidos inferior fueron metabólicamente activas. Sin embargo, la mayoría de las células estaban inactivas y ubicadas en un ambiente anóxico. S. aureus produce una biopelícula multicapa incrustada dentro de una capa de glicocalix o limo con expresión heterogénea de proteínas, compuesta principalmente de ácidos teicoicos (80%), proteínas estafilocócicas y del huésped, péptidos tensioactivos de la modulina soluble en fenol (PSM) y el antígeno intercelular (PIA) polisacárido, el cual está constituido por residuos de N-acetilglucosamina unidos por enlaces ​β-​ 1,6 y un contenido más bajo de D-glucosaminilo no N-acetilado que contiene fosfato y succinato unido a éster (15– 20%). Estos son factores clave para los procesos de estructuración y separación. Las infecciones asociadas al biofilm representan el 80% de las infecciones nosocomiales, y ​Staphylococcus aureus es la especie líder en este dominio. Algunas de las enfermedades causadas por ​S. aureus,​ con un componente de biopelícula demostrado, son osteomielitis, infección permanente del dispositivo médico, periodontitis y periimplantitis, infección de herida crónica, rinosinusitis crónica endocarditis, infección ocular e infecciones por biopelículas polimicrobianas. Figura 3.1 ​Journal of Applied Microbiology. ISSN 1364-5072. (2016). Microscopía electrónica de barrido de biopelícula de ​Staphylococcus aureus.​ [Imagen]. Factores de virulencia El éxito de ​S. aureus​ como patógeno y su capacidad para causar una gama tan amplia de infecciones son el resultado de sus extensos factores de virulencia. Figura 4.1​ Cervantes-García, E., García-González, R., & Salazar-Schettino, P. (2014). ​Factores de virulencia de Staphylococcus aureus.​ [Imagen]. ● Componentes de superficie celular Cápsula y capa de polisacárido extracelular: ​Es​ una cápsula mucoide también conocida como slime. Incrementa su capacidad de adherencia, refuerza el efecto ​antifagocítico, i​ nhibe la quimiotaxis y la proliferación de células mononucleares. Contiene 11 serotipos capsulares diferentes. La 1 y 2 tienen las cápsulas más gruesas, mientras que la 5 y 8 son los responsables de la mayor parte de las infecciones humanas. ● Componentes de la pared celular Peptidoglucano: E ​ s la parte covalente y e​stá compuesto por cadenas de 10 a 12 ​glucanos​, entre los que ​ -Acetilglucosamina unidos mediante enlaces β 1,4. Estas cadenas ​se destacan el á ​ cido N-acetilmurámico y N entrecruzan mediante puentes de pentaglicina unidos a L-​Lisina y D-​Alanina​. ​Proporciona estabilidad osmótica, estimula la producción de pirógenos endógenos (producen fiebre), t​iene una actividad tipo e ​ ndotóxina y estimula la q ​ uimiotaxis​ de ​neutrófilos. Ácidos teicoicos: ​Representan la parte hidrofóbica y ​son polímeros de fosfato de ​ribitol​ unidos mediante enlaces fosfodiéster y​ ​entrecruzados con ácido N-acetilglucosamina. Se unen al peptidoglicano en sus residuos ​ ctivan la producción del ácido N-acetilmurámico. Aumentan la quimiotaxis de los ​leucocitos polimorfonucleares, a de i​ nterleucina, actúan en la adherencia al unirse a la fibronectina y regulan la concentración catiónica en la membrana. Proteína A:​ ​Se encarga de recubrir a las cepas, puesto que​ se acopla a la capa de peptidoglucano o a la membrana citoplasmática. Tiene afinidad por la fracción Fc de las i​ nmunoglobulinas​ I​ gG​ lo que le permite fijarlas y de esta manera evitar la fagocitosis. Esta proteína es inmunógena y se encuentra en el suero de individuos con infecciones severas. Figura 4.2 ​Murray, P., Rosenthal, K., & Pfaüer, M. (2006). ​Estructura de la pared celular estafilocócica.​ [Imagen]. Epidemiología La primer epidemia registrada por la forma arcaica de la MRSA se dio en Europa, a partir de la bacteria ya antes identificada en 1960 en el Reino Unido. Se considera que en 1980, surgieron las MRSA “modernas”, las cuales forman parte de las cepas actuales. Se ha reportado en países industrializados que las infecciones derivadas de bacterias resistentes a la meticilina, al menos del 25 al 50%, son causadas por la MRSA. En Escandinavia y Países Bajos, se han reportado menos del 1% de infecciones causadas por esta bacteria. Las infecciones severas invasivas por MRSA tienen una tasa de mortalidad del 20%, rebasando a las muertes causadas por el VIH/SIDA. Aproximadamente, un 5% de pacientes hospitalizados en Estados Unidos pueden acarrear a la bacteria en su nariz o en su piel. Las infecciones de la MRSA se encuentra dispersas por el mundo. Como en el 2014, los porcentajes de algunos países de Europa con casos de infecciones de MRSA invasivas fueron desde un 0.9% en Países Bajosa hasta un 56% en Rumania (porcentajes respecto a infecciones bacterianas totales). Se ha reportado en diversos estudios que del total de infecciones causadas por la bacteria ​S. aureus​, entre el 13 y 74% se deben a la MRSA (Kock, R., 2010). Cabe destacar que la incidencia de infecciones causadas por la MRSA ha disminuído a lo largo del tiempo, estudios realizados en Estados Unidos (​figura 5.1​) muestran estas infecciones desde 2005 hasta 2014, clasificadas en función al lugar de adquisición. Figura 5.1​ Hassoun, A., Linden, P. & Friedman, B. ​Critical Care​. Incidencias de infecciones por MRSA de 2005 a 2014 en Estados Unidos. [Imagen] Enfermedades e Infecciones Asociadas Es bien sabido que la bacterias S. aureus son las principales causantes de las bacteriemias, sin embargo, las bacteriemias causadas por MRSA (SAB) han decrecido en la última década. Estas bacteriemias pueden causar endocarditis infectiva, artritis séptica y osteomielitis, además de otras complicaciones, como la sepsis o un shock séptico. Por lo tanto, aunque sean pocos los casos de SAB, son difíciles de tratar (Hassoun, A., 2017). Las infecciones por HA-MRSA severas, pueden desarrollar infecciones del torrente sanguíneo, neumonía, sepsis, infecciones en un sitio de cirugía e incluso la muerte Las infecciones en piel por ​S. aureus ​o MRSA producen síntomas como: fiebre, pus en la herida, hinchazón enrojecimiento, apariencia de mordedura de insecto y sensación de calor al tener contacto con la herida. Figura 6.1​ Moran, G. (2019). Absceso cutáneo en hombro causado por MRSA. [Imagen] Figura 6.2​ Moran, G. (2019). Absceso cutáneo causado por MRSA. [Imagen] Figura 6.3​ Moran, G. (2019). Absceso cutáneo en pie causado por MRSA. [Imagen] Contagio y Factores de Riesgo Cualquier persona puede adquirir una infección causada por la MRSA, sin embargo, una vía para el contagio se da mediante heridas o cortes en la piel que entran en contacto con objetos contaminados. Factores de riesgo de la HA-MRSA: ● ● ● Ser hospitalizado: la MRSA se encuentra abundante en los hospitales, donde puede atacar a personas vulnerables. Procedimiento médico invasivo: procesos de intubación, como líneas intravenosas o catéteres urinarios, los cuales proporcionan una vía de entrada a la bacteria. Residir en un centro de cuidados: esta bacteria, de igual manera que en los hospitales, se encuentra presente en lugares de cuidado de personas. Factores de riesgo de la CA-MRSA: ● ● ● Deportes de contacto: las infecciones de MRSA pueden contagiarse por heridas a través de contacto piel con piel. Habitar lugares insalubres: tales como prisiones, guarderías o campos de entrenamiento militar. Personas que han adquirido bacteriemia por HA-MRSA presentan diabetes, úlceras, enfermedades renales crónicas o demencia. Prevención Para prevenir una infección por la MRSA o la S. aureus, se llevan a cabo medidas básicas de higiene, como: ● ● ● ● ● ● Lavado constante de manos. Respetar áreas de aislamientos hospitalarias. Utilizar equipo de protección hospitalario (bata, guantes y mascarillas). No compartir artículos de higiene personal. Sanitización de centros deportivos. Desinfectar y cubrir adecuadamente heridas y cortes. Tratamiento En 2011, la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América recomendó el uso de la vancomicina o la daptomicina para el tratamiento de las SAB, medicamentos que se utilizan en la actualidad. Existen las infecciones leves y las severas. Se considera infección leve si cuenta con las siguientes características: infección relacionada a catéter, resultados negativos en prueba de blood culture y sin síntomas de infección metastásica Si la infección no cumple con estas características, se considera infección severa. El primer paso para el tratamiento de una infección de este tipo, es identificar la fuente y eliminarla (por ejemplo, si se deriva de un catéter, se debe de eliminar después de haber diagnosticado la infección) . Un tratamiento normal para tratar por Staphylococcus debe llevarse por 14 días, en caso de bacteriemias complicadas o infecciones severas, el tratamiento se continúa desde 4 a 6 semanas. Antes de escoger cualquier tratamiento, debe valorarse la resistencia de la cepa de MRSA que está causando la infección e identificar si es una infección secundaria. Como se da en el caso de una SAB que origine neumonía, donde la daptomicina no tiene efecto. Generalmente, el tratamiento ideal para una bacteriemia por MRSA se trata con vancomicina, para administrar la dosis correcta, se necesita un análisis de la concentración de plasma (Cmin). Debe considerarse que una alta dosis de vancomicina puede generar neurotoxicidad, que podría complicar casos de SAB. Patología: producción de toxinas En humanos, ​Staphylococcus aureus ​es causante de una gran cantidad de infecciones en diferentes partes del organismo y una de las principales bacterias implicadas en las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Gracias a la poca exigencia nutricional que requiere para sobrevivir se encuentra en una gran cantidad de alimentos de origen animal. ¨Cabe destacar que los más susceptibles son aquellos que tienen contacto con la piel del animal, tal es el caso de la leche, el huevo, los productos cárnicos como el jamón e, incluso, la carne de pollo¨ (Zendejas-Manzo G, et al. 2014). La gravedad de una intoxicación causada por comer alimento contaminado va a depender de la cantidad de comida contaminada que se ingiere, el huésped y la cantidad de toxinas presentes en el organismo. S. aureus ​suele habitar en la mucosa nasal de las personas: se estima que entre el 20 al 30% de la población es portadora de esta bacteria (Castañon-Sanchez A. 2012). La infección se suele dar cuando la población de bacterias aumenta y bajan las defensas del huésped. Es posible que las bacterias proliferen en la piel de las personas e ingresen más allá del tejido epitelial a través de algún daño en las células de la dermis para abrirse paso hacia el torrente sanguíneo. ¨La pérdida de continuidad e integridad de la capa epitelial permite la interacción de la bacteria con componentes de la matriz extracelular a través de la participación de diferentes adhesinas¨ (Castañon-Sanchez A. 2012). Una vez que las bacterias ingresan en el torrente sanguíneo, se distribuyen alrededor de todo el cuerpo: dañan tejidos y órganos. Aun si no invade, la bacteria es capaz de intoxicar los tejidos en donde se encuentre. Es productora de una gran cantidad de infecciones, ya sean leves (como en la piel y en el tracto respiratorio) o severas (sepsis, fascitis necrotizante y neumonía necrotizante). La infección causada por ​S. aureus ​puede causar la Intoxicación Alimentaria Estafilocócica (IAE), síndrome de choque tóxico y síndrome de la piel escaldada. ¨Se sabe que la mayoría de los brotes son originados por Staphylococcus aureus coagulasa positiva, ya que muy pocas cepas coagulasa negativa son capaces de producir enterotoxinas¨ (Zendejas-Manzo G, et al. 2014). ● Moléculas de adherencia S. aureus ​posee una gran cantidad de proteínas llamadas MSCRAMM (​Microbial Surface Components Recognizing Adhesive Matrix Molecules) las cuales iniciaran el proceso de adherencia a los tejidos del huésped​: se unen a las proteínas membranales de las células que están en contacto con la matriz extracelular, como la laminina y la fibronectina (Bhatia A, Zahoor S., 2007). Las proteínas MSCRAMM de ​S. aureus ​están bien identificadas gracias al estudio a profundidad de este microorganismo. A continuación, mencionaremos las más importantes para el proceso de adherencia. - FnbpA y FnbpB: ​Las proteínas A y B de unión a fibronectinas favorecen la unión de la bacteria con la matriz extracelular Proteína Cna: ​Responsable de la adhesión al colágeno de la matriz extracelular ClfA y ClfB:​ Factor aglutinante A y B. Aglutina y adhiere la bacteria al fibrinógeno La proteína A es característica de ​S. aureus y lleva a cabo el reconocimiento y unión al Fc de las IgG. Lo anterior es vital para establecer el proceso de infección, puesto que de la adherencia de las bacterias al tejido va a depender la invasión a todo el tejido y empezar su proliferación. ● Producción de endotoxinas La patología que desemboca ​S. aureus debido a las toxinas que produce. Estas endotoxinas estafilocócicas atacan directamente a las células del huésped causando daños y lisis de las células, y empezando procesos de inflamación y cascadas de señalización. Estas toxinas pueden dividir en base a su efecto biológico que producen en las células y localización dentro de la bacteria, como puede observar en el Cuadro 1. es se su se Las citotoxinas son un grupo de moléculas que se encargan de lisar células mediante la apertura de poros β-barril. ​La citotoxina α es una proteína monomérica que se une a células blanco mediante mecanismos dependientes de receptores específicos, favorecidos en presencia de colesterol (Castañon-Sanchez A. 2012). Una vez unida a la membrana de la célula blanco, una de la subunidades se oligomeriza para formar un anillo heptamérico y formar un poro en el centro por donde saldrá el contenido celular. De este modo, permite la entrada de moléculas catiónicas causando una lisis osmótica. Está toxina es especialmente afín en plaquetas y monocitos, gracias a esto es de los factores de virulencia más importantes de la bacteria porque ataca principalmente al sistema inmune. ​La citotoxina β ​es una esfingomielinasa que ataca principalmente a células con membranas ricas en lípidos (Bhatia A, Zahoor S. 2007), y se suele encontrar en muy baja cantidad en una infección en humanos. La función de la ​citotoxina ฀ ​durante el proceso infeccioso sigue siendo desconocida. Se sabe que es un péptido de tamaño pequeño que se produce en ​S. aureus​. La ​leucocidina PV (Phantom-Valentine) ​es una proteína multi-componente muy importante, encargada de causar la muerte de los leucocitos durante el proceso infeccioso. Esta toxina está formada por una subunidad llamada LukF y otra LukS, las cuales se oligomerizan en la membrana de los leucocitos para formar un poro constituido por cuatro subunidades LukF y cuatro LukS para ocasionar una lisis osmótica. La leucocidina PV se encuentra principalmente en cepas de ​S. aureus ​resistentes a meticilina. Las ​enterotoxinas son un gran grupo de 14 proteínas producidas por diferentes especies de ​S. aureus y otros microorganismos pertenecientes a su familia. Son de bajo peso molecular y están clasificadas por orden alfabético con excepción de una enterotoxina F. Estas proteínas son resistentes a la desnaturalización y a la actividad de proteasas. Las enterotoxinas tienen la función de superantígenos. ¨Otra característica es su capacidad para reaccionar con moléculas MHC (complejo mayor de histocompatibilidad) clase II en las células presentadoras de antígenos con los receptores de las células T, formando un complejo trimolecular¨ (Castañon-Sanchez A. 2012). Este complejo activa una cascada de señalizaciones para iniciar una proliferación masiva de células T, que producen una tormenta de citocinas causantes de la inflamación y daños en los tejidos. Otra enterotoxina importante es la ​proteína TSST-1 (también conocida como toxina asociada al síndrome de choque tóxico, por sus siglas en inglés) puesto que es pirogénica. Está fuertemente relacionada con la inflamación exacerbada que conlleva a un cuadro de choque tóxico grave, que puede provocar la muerte en caso de agravarse. ● Enzimas extracelulares Un mecanismo importante durante el proceso de patogénesis de ​S. aureus ​es la excreción de enzimas extracelulares que ayudan en la interacción con las células, y tienen diferentes funciones durante este proceso. Es importante explicar estas enzimas para entender el proceso de invasión bacteriana y su epidemiología. Estafiloquinasa. ​Es una proteína activadora del plasminógeno y causa una desnaturalización de las redes de fibrina en la matriz extracelular. ¨Recientemente se ha descrito que la estafiloquinasa es capaz de inducir la secreción de defensinas por los neutrófilos, unirse a ellas y neutralizar su efecto bactericida¨ (Martínez S. 2005). Es una de las enzimas más importantes para el proceso de adhesión, por lo tanto, se ha estudiado profundamente su estructura y función como activadora. Catalasa.​ Degrada el peróxido de hidrógeno; inactiva los procesos de fagocitosis Hialuronidasa. Degrada el ácido hialurónico en la matriz del tejido conectivo ayudando a la diseminación de las bacterias a los tejidos adyacentes Catalasa. ​Se pueden presentar dos tipos de catalasas durante la patogénesis: la ​coagulasa libre, ​que convierte el fibrinógeno en fibrina produciendo sepsis y abscesos en los tejidos, y la coagulasa conocida como ​clumping factor A, el cual ​tiene un rol muy importante en la inhibición de fagocitosis y la adhesión de las bacterias en las fibrinas y fibrinógeno (Higgins J, et al. 2006). No se ha podido ver el proceso de inhibición en experimentos in vitro y aún no se conoce con exactitud el mecanismo efectuado por esta enzima. Lipasas. ​Ayudan en la hidrólisis de lípidos para permitir el paso a tejidos cutáneos y subcutáneos Fosfolipasa C. Aparentemente los tejidos afectados por esta enzima se vuelven más susceptibles al daño y destrucción por componentes bioactivos del complemento y sus productos durante su activación. (Seija V. ​20?​). Se ha demostrado que la fosfolipasa C es una esfingomielinasa que hidroliza la esfingomielina en la membrana de los eritrocitos produciendo una hemólisis típica. Penicilinasa. ​Es una β-lactamasa que inactiva la penicilina mediante la hidrólisis del anillo β-lactámico S. aureus ​también produce otras enzimas como DNAsas, nucleasas, proteasas y fosfatasas, y algunas cepas presentan enzimas modificadoras de ácidos grasos (FAME) que contribuyen al proceso infecciosos. Durante esta fase la bacterias también libera un gran número de factores, que tienen la capacidad de intervenir y debilitar el sistema inmune del hospedero, como polisacáridos capsulares, proteína A, y moléculas relacionadas con la resistencia a antibióticos (Bhatia A. & Zahoor S. 2007). El procesos de patogénesis de ​S. aureus ​dentro del ser humano es un mecanismo que incluye una gran cantidad de macromoléculas de todo tipo y moléculas pequeñas que forman diversos complejos y funcionan como varios factores de adhesión, invasión, protección, inhibición del sistema inmune, y una variedad de toxinas que causan daños graves a las células. Una gran parte de los factores implícitos en el ataque infeccioso están muy bien identificados y se conoce el papel que toman. Sin embargo, hay muchos huecos donde aún no se conocen a ciencia cierta el funcionamiento de estos mecanismos y las interacciones que tiene a nivel molecular. Es importante conocer todos estos conceptos para poder entender con más claridad cómo funciona ​S. aureus resistente a meticilina, de dónde surge esta respuesta de parte del microorganismo y por qué aún sigue latente este problema a nivel mundial. Cultivo y Diagnóstico: Análisis microbiológico Para la identificación de ​Staphylococcus aureus es necesario utilizar algunas pruebas bioquímicas y medios de cultivo especiales que permitan su fácil identificación. La identificación se basa en las enzimas y las toxinas que produce el microorganismo. Aprovechando estas características se han diseñado medios de cultivo para aislar esta bacteria, como Baird-Parker, agar salado manitol, agar estafilococos N° 110 y agar DNAsa. Agar Baird-Parker Este medio excelente para el recuento de ​Staphylococcus aureus​. Además, es un medio moderadamente selectivo. Su composición consta de piruvato sódico. Su poder selectivo se debe a la presencia de telurito, cloruro de litio y glicina. En el medio, la característica positiva de la presencia de ​Staphylococcus aureus ​es la presencia de un aspecto negro. Sin embargo, las colonias deben confirmarse mediante un examen de frotis teñido con coloración de Gram​ (​ Fernández-Escartín, E., 2000). Agar Salado Manitol Se emplea para el aislamiento selectivo de ​Staphylococcus aureus​. El agar sal manitol contiene una concentración de cloruro sódico de 7.5%, el cual es el agente activo (Forsythe, S., 2000) del medio e inhibe el crecimiento de microorganismos diferentes de los estafilococos. Los estafilococos coagulasa positivos (+) producen colonias y un medio circundante amarillos, mientras que los estafilococos negativos a la coagulasa producen colonias de color rojo y no provocan cambios en el color del indicador rojo fenol (Chapman, G.,1945). Agar estafilococos N° 110 Es un medio selectivo para aislar estafilococos basado en la fermentación de manitol, la formación de pigmento y la actividad gelatinasa. Los estafilococos coagulasa (+) patógenos crecen en altas concentraciones de NaCl y forman colonias amarillas y doradas. Por otra parte, la fermentación de manitol se detecta por medio de la adición de unas gotas de azul de bromotimol a la placa, buscando las colonias con un halo amarillento alrededor. Los estafilococos licúan la gelatina produciendo zonas claras alrededor de las colonias. Para esta prueba, se le agrega a la caja Petri 5 mL de una solución saturada de sulfato de amonio o adicionando una gota de ácido sulfosalicílico al 20% e incubando 12 minutos para observar la hidrólisis de la gelatina. Una zona clara-transparente alrededor de la colonia constituye una hidrólisis (+) (Chapman,1946). Agar DNAsa Es utilizado para identificar estafilococos potencialmente patógenos; manifiesta la actividad de la desoxirribonucleasa, la cual es indicadora de su patogenicidad (Forsythe, S., 2000). Asimismo, se investiga la capacidad del microorganismo de producir enzimas que hidrolizan el ADN. La aparición de halos transparentes alrededor del área de crecimiento se considera resultado positivo, dado que estas corresponden a zonas de hidrólisis del ADN. La prueba es considerada negativa en caso de que los halos característicos no estén presentes (Silva et al., 2006). De manera complementaria a lo anterior, se emplean pruebas bioquímicas como coagulasa y catalasa. Catalasa Se utiliza para probar la capacidad del microorganismo para producir dicha enzima, la cual facilita la conversión de peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. La prueba es positiva cuando las bacterias producen burbujas por la descomposición del peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno (Núñez, 2007). Coagulasa La coagulasa es un factor de agregación y constituye una prueba muy sensible para identificar a ​Staphylococcus aureus​. Esta proteína representa un importante factor de virulencia. La coagulasa puede unirse al fibrinógeno y convertirlo en fibrina insoluble, la cual tiende a formar depósitos donde los estafilococos pueden agregarse (MacFaddin, J., 2003). La prueba puede hacerse de dos maneras: en portaobjeto, en la cual la solución se ha tratado previamente con ácido etilendinitrilotetraacético (EDTA) y plasma de conejo, y en tubo, en donde se inoculan 0.5 mL de una dilución de plasma de conejo con la colonia sospechosa (Núñez, 2007). A continuación, se señalan algunas de las ​técnicas más empleadas en el estudio de cepas MRSA: ● ● ● PFGE (electroforesis en gel de campo pulsado). ​Actualmente, se considera el estándar de referencia para tipificar aislamientos de MRSA. La tipificación PFGE de MRSA se fundamenta en la digestión de DNA cromosomal purificado con la enzima de restricción SmaI, para un posterior corrimiento y visualización en geles de agarosa. MLST (tipificación de secuencias multilocus). ​Constituye una excelente herramienta para investigar la evolución de las clonas de MRSA. La técnica se basa en el análisis de siete secuencias de fragmentos de 0.5 kbp de genes ​Housekeeping ​(Genes constitutivos), ​arc, aro, glp, gmk, yqi, pta y tpi. Tipificación SSCmec. ​En la actualidad, se cuenta con cuatro distintos métodos para la caracterización de SCCmec. ​Duarte et al. (2001) desarrollaron una PCR múltiple para los tipos I-IV SCCmec. En esta técnica, se detectaban los loci mecA y otros seis diferentes. Generalidades de la resistencia a fármacos Comenzando con el uso de la penicilina en la década de 1940, la resistencia a los medicamentos se desarrolló en los estafilococos en muy poco tiempo después de la introducción de los antibióticos en la práctica clínica. Existen reportes de resistencia contra vancomicina, tetraciclina, eritromicina y dicloxacilina, ampicilina, ceftazidima, penicilina, gentamicina y ampicilina (Lowy, 2003), solo por mencionar algunos. Esto se vuelve alarmante, pues se tenían registros de que eran antibióticos más eficaces que la penicilina en el tratamiento para las infecciones provocadas por​ Staphylococcus aureus​. La resistencia a la meticilina está muy extendida. Se ha detectado un plásmido asociado con la resistencia a la vancomicina en ​Enterococcus faecalis que se puede transferir a ​S. aureus en el laboratorio, y se especula que esta transferencia puede ocurrir naturalmente (por ejemplo, en el tracto gastrointestinal). S. aureus ​desarrolla resistencia a antibióticos mediante: 1. Mutación en genes cromosómicos seguida de la selección de cepas resistentes 2. Adquisición de genes de resistencia como plásmidos extracromosómicos, partículas transductoras, transposones u otros tipos de insertos de ADN. Cabe señalar la relevancia de los elementos genéticos móviles (EGM), los cuales son mecanismos empleados en la transferencia de información genética, por lo que permiten determinar la resistencia a antimicrobianos, así como la adquisición o flujo de factores de virulencia (Colsa, 2011). Se sabe que el alto grado de daño que este microorganismo puede provocar no solamente se debe a los EGM, sino también a la producción de enzimas extracelulares que permiten la entrada e invasión de diferentes tejidos. Para comprender un poco más acerca de la tolerancia de ​Staphylococcus aureus a una gran cantidad de antibióticos, se efectuaron diversos estudios enfocados hacia análisis de los genes implicados en resistencia así como de los genes de virulencia. Estos genes se estudiaron a partir de elementos genéticos móviles, tales como plásmidos, transposones y profagos (Chambers, F. & De Leo F., 2009). Las nuevas estrategias en la industria farmacéutica para encontrar medicamentos antimicrobianos implican identificar objetivos moleculares potenciales en las células (como los sitios activos de las enzimas involucradas en la división celular), y luego desarrollar inhibidores de la molécula objetivo específica. Con suerte, este enfoque generará nuevos agentes antimicrobianos para la batalla contra las infecciones por estafilococos (Todar, K., 2020). Resistencia a la Meticilina Tras el incremento del uso de la penicilina en la década de 1940, el ​Staphylococcus aureus se volvió resistente a la penicilina en 1944, por un mecanismo enzimático de una β-lactamasa (penicilinasa). Posteriormente, en 1959 surgió la primera penicilina sintética resistente a la penicilinasa producida por S. aureus, la meticilina, que posee un mayor tamaño que penicilina, por el grupo dimetoxibenzoil añadido al ácido 6-aminopenicilánico, confiriendo resistencia a la acción hidrolítica de la penicilinasa por impedimento estérico. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018). ​Estructura química de penicilina y meticilina​.​ [Imagen]. Al siguiente año, en 1960, Inglaterra, se encontró que ​S. aureus era resistente a todos los β-lactámicos por medio de otro mecanismo diferente de la hidrólisis enzimática. Los antibióticos betalactámicos son agentes antimicrobianos que producen su efecto a través de 2 mecanismos: inhibición de la síntesis de la pared bacteriana e inducción de la autólisis bacteriana. La pared bacteriana es una estructura que envuelve a las bacterias de todos los géneros (excepto micoplasmas) y está compuesta principalmente por peptidoglicano (PG). La pared de PG está compuesta por largas cadenas de glúcidos, formadas por la repetición de ácido N-acetilmurámico y N-acetilglucosamina. A su vez, el ácido murámico fija cadenas de tetrapéptidos que se unen entre sí y forman una malla (Suárez C. & Gudiol F., 2008). Los componentes de PG son sintetizados en citoplasma y transportados al espacio periplásmico donde se ensamblarán. La última fase de la síntesis de la pared consiste en la formación de tetrapéptidos a partir de pentapéptidos por medio de enzimas transpeptidasas. Todo este proceso ocurriría sin la presencia del antibiótico betalactámico. Pero si hay presencia de este, su anillo betalactámico se unirá a las transpeptidasas, ya que tiene una similitud estructural con la región del pentapéptido. Esto da como resultado que se impida la formación de la pared, que dejará a la bacteria expuesta al medio y morirá por cambios en la presión osmótica. Las transpeptidasas también son conocidas como proteína ligada a la penicilina, PBP (​penicillin binding protein​). A) B) Gudiol F., Suárez C. (2008). ​A) Etapas de formación de la pared celular. B) Mecanismo de acción de los betalactámicos.​ [Imagen]. Todas las cepas de ​S. aureus poseen cuatro tipos de PBPs: PBP1, PBP2, PBP3 y PBP4, donde las primeras 3 tienen una función transpeptidasa (aunque PBP2 es bifuncional y tiene una función transglicosilasa adicional) y PBP4 participa en la división, remodelado y reciclado de PG. Ninguna de las PBPs nativas tiene regulación alostérica. El mecanismo principal de la resistencia a la meticilina es la creación de otra PBP, llamada PBP2a. Esta tiene una baja afinidad por el antimicrobiano β-lactámico dado que su sitio activo es menos accesible al tener una hendidura más estrecha. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018). ​Comparación de dominios transpeptidasa de PBP2 y PBP2a​.​ [Imagen]. También tiene un sitio de regulación alostérico, al que se le une PG en formación para favorecer la apertura del sitio activo que deja en mejor posición el residuo de serina que participará en la formación del enlace peptídico. PBP2a es codificada por el gen ​mecA que se encuentra insertado en una isla genómica, denominada SCC​mec (​Staphylococcal Cassette Chromosome mec​) que es un un elemento genético móvil. Estos ​cassettes contienen genes ​orfX (codifica para una metiltransferasa ribosomal), un complejo de genes ​mec​, ​mecA (codifica la PBP2a), y los genes ​mecI y ​mecR (regulan la expresión de la resistencia). También contienen un complejo de genes ​ccr, compuesto por uno o dos genes que codifican recombinasas sitio específicas responsables de la movilidad del ​cassette. Un componente no esencial son las ​regiones J (​joining regions​) que contienen genes de resistencia para otros antimicrobianos (aminoglucósidos-aminociclitoles, macrólidos y lincosamidas) y para metales pesados. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018). ​Estructura general del cassette cromosomal de SCCmec II y IV​.​ [Imagen]. Hay varios tipos y subtipos de SCC​mec​. Las diferencias del complejo de genes ​mec y del complejo de genes ​ccr determinan el tipo y las diferencias en las ​regiones J determinan los subtipos. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018). ​Variedad de cassettes cromosomales descritos en Staphylococcus aureus​.​ [Tabla]. En la regulación de la resistencia: ● En ausencia del β-lactámico: MecI actúa como homodímero y reconoce una secuencia palindrómica de 30 pb, que abarca secuencias promotoras -10 de ​mecA y -35 de ​mecR1 que interfiere con la unión de la ARN pol, es decir, en la expresión de la resistencia. ● En presencia del β-lactámico: MecI se une al dominio PBP de la proteína de membrana MecR1 que desencadena activación autolítica de su dominio metaloproteinasa. MecR1 rompe el homodímero MecI (el represor), se desestabiliza ee dímero y libera la represión del complejo de genes ​mec​, favoreciendo expresión de ​mecA. La desrepresión también sintetiza la proteína MecR2, que se une con MecI impidiendo que se una al promotor de ​mecA​. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018).​Regulación de la resistencia a meticilina​.​ [Imagen]. Otros tipos de resistencia a meticilina: ● BORSA (Borderline resistant ​Staphylocccus aureus​): Cuando hay ausencia del gen mecA​, existe un aumento en la actividad β-lactamasa, haciendo que oxacilina y meticilina, sean degradadas lentamente, presentando una resistencia límite a oxacilina con una Concentración Inhibitora Mínima (CIM) de hasta 8 µg/ml. ● MODSA (Modified S. aureus): Modificación mínima de Proteínas de unión a Penicilinas (PBPs) 1, 3 y 4, que produce en estas una baja afinidad por los antibióticos β-lactámicos. La respuesta es límite y presenta bajos niveles de resistencia a meticilina. Estos mecanismos nos son tan comunes como el dependiente de ​mecA, pero demuestran una variedad genética microbiana en las capacidades de estos microorganismos para resistir a la meticilina. REFERENCIAS Brooks, G., Carroll, K., Butel, J., Morse, S., & Mietzner, T. (2010). M ​ icrobiologia Médica (25th ed., pp. 185-195). The McGraw-Hill Companies, Inc. Murray, P., Rosenthal, K., & Pfaller, M. (2020). ​Microbiología médica​ (7th ed., pp. 174-187). Elsevier España, S.L. Castañon-Sanchez Carlos Alberto.(2012).​ Patogenia molecular de Staphylococcus aureus. Revista Evidencia Medica e Investigación en Salud. ​5(3), 79-84. Cervantes-García, E., García-González, R., & Salazar-Schettino, P. M. (2014). Características generales del ​Staphylococcus aureus​. ​Revista Mexicana de Patología Clínica y Medicina de Laboratorio​, ​61​(1), 28-40. Zendejas-Manzo, G. S., Avalos-Flores, H., & Soto-Padilla, M. Y. (2014). Microbiología general de Staphylococcus aureus​: Generalidades, patogenicidad y métodos de identificación. ​Revista Biomédica​, ​25​(3), 129-143. Higgins, J. Loughman, A. Kessel, K. Strijp, J. Foster, T.(2006). ​Cumpling Factor of a Staphylococcus aureus inhibits phagocytosis by human polymorphonuclear luecocytes. ​FEMS Microbiol, 258, 290-296. Todar, K. (2020). Todar's Online Textbook of Bacteriology. www.textbookofbacteriology.net Archer, N. K., Mazaitis, M. J., Costerton, J. W., Leid, J. G., Powers, M. E., & Shirtliff, M. E. (2011). Staphylococcus aureus ​biofilms: properties, regulation, and roles in human disease. ​Virulence​, ​2​(5), 445-459. Martinez,S. (2005). ​Influencia de la catalasa y de β-Toxina en la patogénesis de Staphylococcus Aureus. ​Universidad Computense de Madrid, Facultad de Veterinaria: Madrid, España Mŀynarczyk, A., Mŀynarczyk, G., & Jeljaszewicz, J. (1998). The genome of ​Staphylococcus aureus​: a review. ​Zentralblatt für Bakteriologie​, ​287​(4), 277-314. Fernández, E. (2000). Microbiología e inocuidad de los alimentos. Editorial Universidad Autónoma de Querétaro. Forsythe, S. (2000) Alimentos seguros: Microbiología. ACRIBIA S. A. Chapman, G. (1945). The significance of sodium chloride in studies of staphylococci. J Bacteriol. 50(2): 201-203 Chapman, G. (1946). A single culture medium for selective isolation of plasma coagulating staphylococci and for improved testing of chromogenesis, plasma coagulation, mannitol fermentation and the Stone reaction. J Bacteriol. 51:409-410 Silva, M., García, M., Castillo, L., Ania, J., Gómez D. (2006). Técnico Especialista en Laboratorio del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza 2da Edición. ​Yamada, F. Feitosa de Lima, J. Notomi, M. Luezzi Y. Aoki, V. Leao, R.(2019). ​Exploring the role of Staphylococcus Aureus toxins in Atopic Dematitits. MacFaddin, J. (2003). Pruebas bioquímicas para la identificación de bacterias de importancia clínica. Núñez, J. (2007). Detección de ​Staphylococcus aureus​ y su resistencia antibacteriana en niños portadores asintomáticos de Pachuca, Hidalgo. Chambers, F. & De Leo F. (2009). Reemergence of antibiotic-resistant ​Staphylococcus aureus​ in the genomics era. J. Clin Inv. 119(9): 2464– 2474 Colsa, A. (2011).​ Stahpylococcus aureus:​ De la genómica a la clínica. Rev Enf Infec Pediatr. 24(95): 91-94 Hassoun, A., Linden, P. K., & Friedman, B. (2017). Incidence, prevalence, and management of MRSA bacteremia across patient populations—a review of recent developments in MRSA management and treatment. ​Critical care​, ​21​(1), 211. Duarte, C., Tomasz, A., de Lencastre, H. (2001). The evolution of pandemic clones of methicillin-resistant​ Staphylococcus aureus​: identification of two ancestral genetic backgrounds and the associated mec elements. Microb Drug Resist. 46(7): 349–361. Lowy, F. (2003). Antimicrobial resistance: the example of ​Staphylococcus aureus​. J Clin Microbiol. 111(9): 1265-1273. Aguayo-Reyes A., Quezada-Aguiluz M., Riedel G., Mella S., Opazo-Capurro A., Bello-Toledo H., Domínguez M., González-Rocha G. (2018). Bases moleculares de la resistencia a meticilina en Staphylococcus aureus​. Revista chilena de infectología. SciELO. http://dx.doi.org/10.4067/s0716-10182018000100007 Castellano González, Maribel J., Perozo-Mena, Armindo J. (2010). Mecanismos de resistencia a antibióticos β-lactámicos en ​Staphylococcus aureus​. Kasmera. SciELO. Gudiol F., Suárez C. (2008). Antibióticos betalactámicos. Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Elsevier España. Doi: 10.1016/j.eimc.2008.12.001 Otto, M. (2012). MRSA virulence and spread. ​Cellular microbiology​, ​14​(10), 1513-1521. Centers for Disease Control and Prevention. (2019). Methicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA). ​cdc.gov/mrsa Mayo Clinic. (2018). MRSA infection. ​mayoclinic.org