El primer Doodle interactivo de 360° y realidad virtual (VR), fruto de la colaboración entre los equipos de Google Spotlight Stories, Google Arts & Culture y de la Cinémathèque française, va dedicado a Georges Méliès, el innovador director de cine e ilusionista francés, para conmemorar la fecha de lanzamiento de la que se considera una de sus mejores obras maestras: À la conquête du pôle (A la conquista del polo, 1912). Méliès lideró muchos desarrollos técnicos y narrativos en los albores de la cinematografía, entre los que destacan el uso de efectos especiales y la creación de algunas de las primeras películas de ciencia ficción.
Descarga la aplicación Google Spotlight Stories de Google Play o del App Store y disfruta del Doodle de Google a través de una experiencia de realidad virtual en el móvil, en Cardboard o en Daydream. O disfruta del Doodle de Google en formato de vídeo en 360° y sin auriculares en el canal de YouTube de Google Spotlight Stories.
Queremos dedicar un especial agradecimiento a los expertos en Méliès de la Cinémathèque française por su colaboración en este proyecto. A continuación, Laurent Mannoni, director de Patrimonio de la Cinémathèque française, cuenta más detalles sobre Méliès y sobre el impacto que tuvo en el mundo del cine:
Más de cien años después, podemos dar las gracias a la mente innovadora de Georges Méliès por gran parte de las maravillas y de los efectos especiales del cine que vemos hoy en nuestras pantallas. El título de una de sus películas, L'Homme Orchestre (El hombre orquesta, 1900), refleja perfectamente todo lo que fue: dibujante, pintor, caricaturista, ilusionista, director del teatro Robert-Houdin, escenógrafo, humorista, escritor, actor, técnico, amante de la fantasía, visionario de más de 500 películas y propietario del primer estudio acristalado diseñado específicamente para el cine. Participó en todos y cada uno de los aspectos de producción de sus obras: desde dibujar los conceptos de la escenografía hasta dirigir al reparto.
La contribución de Méliès al séptimo arte fue toda una revolución. En una época en la que el cine empezaba a dar sus primeros pasos y prácticamente solo tenía fines documentales, Méliès abrió las puertas del sueño, de la magia y de la ficción con una sola mano combinando los universos de Robert-Houdin con la cronofotografía y la cinematografía de Marey y de los hermanos Lumière. Todo el conjunto de obras de Méliès brilla por su fantasía dinámica, su imaginación sin límites y su alegría irresistible. Los mundos que creó eran intensos, una mezcla única de fantasmagoría, perversidad, trampantojos, ilusiones, llamas, humo y vapor.
En numerosas ocasiones, Méliès se inspiró en hechos reales de la época. Por ejemplo, de su película À la conquête du pôle (A la conquista del polo, 1912) se puede extraer una interpretación cómica y mágica de las entonces recientes expediciones de Amundsen y sus desafortunados rivales. Incluso llegó a construir un "gigante de las nieves" para la película en su estudio acristalado de Montreuil, gigante cuya sola cabeza ya medía dos metros.
Asimismo, Méliès demostró ser un auténtico visionario. Su película Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna, 1902) es una maravillosa predicción paródica de la llegada del hombre a la Luna, que acabó teniendo lugar 67 años después. Del mismo modo, con Le tunnel sous la Manche ou le Cauchemar franco-anglais (El túnel bajo el canal de la Mancha, 1907), predijo la perforación del túnel del canal mucho antes de que se hiciera realidad. También imaginó y dio forma a varias innovaciones científicas de su época: construyó su propio eclipse solar con la maquinaria del estudio en L'éclipse du soleil en pleine lune (El eclipse: el cortejo entre el Sol y la Luna, 1907), se burló de la medicina moderna en Hydrothérapie fantastique (El secreto del doctor, 1909), montó una planta de energía eléctrica para la escenografía de À la conquête du pôle (A la conquista del polo, 1912) e imaginó la televisión del futuro en Photographie électrique à distance (Fotografía eléctrica a distancia, 1908) muchos años antes.
Méliès, que era un actor increíblemente ágil y un mimo extraordinario, también protagonizó casi todas sus películas. En algunas ocasiones, incluso llegó a multiplicarse en el escenario, como en L'Homme Orchestre (El hombre orquesta, 1900), donde se ven a siete Méliès en el mismo fotograma. Gracias a un truco óptico, incluso hinchó su cabeza hasta hacerla explotar en L'homme à la tête en caoutchouc (El hombre de la cabeza de goma, 1902).
Los dos ejemplos anteriores nos llevan a otra de las principales contribuciones de su mente innovadora: los efectos especiales. La magia que caracteriza hoy en día a George Lucas y Steven Spielberg no hubiera sido posible sin la gran variedad de técnicas que desarrolló Méliès: maquinaria escenográfica, pirotecnia, efectos ópticos, dropouts horizontales y verticales, obturación de la cámara, encadenados y sobreimpresiones, además de trucos y efectos de montaje o de color.
A Méliès le fascinaban las nuevas tecnologías, por lo que siempre andaba detrás de algún nuevo invento. Me imagino que le hubiera encantado vivir en nuestra época, ya que la experiencia cinematográfica es completamente inmersiva y está llena de efectos digitales e imágenes espectaculares. Estoy seguro de que le hubiera halagado ver sus obras en el primer Doodle de Google en vídeo de 360° y realidad virtual, impulsado por todo el mundo gracias a un nuevo medio con poderes mágicos ilimitados.
Explora la colección de objetos originales de Georges Méliès y descubre cómo se construyó el primer estudio cinematográfico en la nueva exposición de Google Arts & Culture, creada en colaboración con la Cinémathèque française de París (Francia).
Hélène Leroux, creadora de Doodles y directora artística del proyecto, muestra de primera mano cómo se desarrolló el Doodle, producido por Nexus Studios:
Georges Méliès transformó el mundo del cine (y nuestras vidas) hace más de un siglo. Ha sido un inmenso placer poder descubrir el prolífico legado que nos ha dejado con sus cientos de películas. Para él, la película y la cámara eran algo más que simples herramientas para capturar imágenes; eran vehículos para transportar a los espectadores y sumergirlos hasta lo más profundo de una historia.
Méliès introdujo la magia en el cine a través de decenas de trucos e ilusiones. Qué mejor forma de rendir homenaje a sus hazañas que usando una de las técnicas más innovadoras e inmersivas de nuestros tiempos para contar historias: la realidad virtual.
En este Doodle, el codirector Fx Goby, Nexus Studios y yo quisimos destacar varios trucos que empleó por primera vez Méliès, además de transportar a los espectadores a una historia y un mundo mágicos. Veamos algunos ejemplos:
Cómo lo hacía: Méliès se grababa a sí mismo varias veces en el mismo negativo
Película en la que se aprecia este truco: L'Homme Orchestre (El hombre orquesta, 1900)
Cómo lo hacía: Méliès detenía la grabación con la cámara, cambiaba los personajes y volvía a filmar
Película en la que se aprecia este truco: Les Cartes vivantes (Las cartas vivas, 1905)
Cómo lo hacía: Méliès colocaba un objeto negro justo delante de la cámara para que pareciera que habían desaparecido determinados elementos
Película en la que se aprecia este truco: Un homme de têtes (El hombre de las mil cabezas, 1898)
Cómo lo hacía: Méliès usaba la misma técnica que en el caso anterior, pero además filmaba un poco más con la superposición en negro
Película en la que se aprecia este truco: La Sirène (La sirena, 1904)
Cómo lo hacía: Méliès detenía la cámara, le pedía al personaje que saliera de la escena y volvía a filmar
Película en la que se aprecia este truco: Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna, 1902)
Méliès, además de mago, era experto en contar historias, por lo que era fundamental que la historia del Doodle fuera clara. La enfocamos como un espectáculo de ballet o una obra de teatro, donde los espectadores eligen dónde mirar, se convierten en la cámara y editan su propia película.
Aquí tenemos uno de los primeros bocetos, en el que se ve una historia separada por capas (antes era importante separar claramente cada capa). Los principales elementos de la historia, como las animaciones de los protagonistas, se encuentran en la sección roja. Las escenas secundarias, como los personajes músicos que tocan con la partitura, tienen lugar en la sección amarilla. Por último, las animaciones en bucle de los elementos decorativos y las sorpresas especiales se muestran en la sección azul.
Queríamos que el Doodle reflejara los mundos que el propio Méliès fabricaba para sus películas: creaba y pintaba todos los elementos él solo. Para llevarlo a cabo y conseguir esa calidez, utilicé un estilo de pintura denso y añadí varias texturas a los personajes y elementos. El equipo hizo un trabajo increíble adaptando los diseños en 2D a modelados en 3D.
Los colores también tenían un papel muy importante. Durante la época de Méliès, no se podía filmar en color, de modo que se debía pintar cada fotograma de las películas y, a menudo, con una gama de colores muy limitada. Quisimos representar ese factor incorporando un color dominante fuerte, como el cian, el rojo o el amarillo, en cada escena de la película.
Fue un honor formar parte de la creación de una historia y una experiencia únicas para recordar a la gente todo lo que Méliès aportó al mundo. Espero que inspire a muchas personas para que hagan sus sueños realidad.
Gracias, monsieur Méliès.