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Un oso polar camina por el océano Ártico en octubre de 2009 - Shawn Harper

El metabolismo del oso polar no se adapta al deshielo

El descenso de la actividad y la temperatura corporal en verano proporcionan a estos mamíferos un ahorro limitado de energía que no contrarresta la escasez de alimentos

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Los osos polares no se están adaptando a la pérdida de hielo. En el verano, cuando las oportunidades de alimentación son limitadas a causa del deshielo, estos animales pueden reducir su gasto de energía un poco, pero no lo suficiente como para compensar la escasez de alimentos, por lo que la pérdida de hielo representa una importante amenaza para estos carnívoros, según un estudio que publica la revista « Science».

Los osos polares se valen del hielo marino para cazar. En verano, cuando el hielo marino se derrite, sus territorios de caza disminuyen y tienen que buscar su alimento en tierra, donde la comida es menos abundante. Estudios anteriores habían sugerido que los osos forzados a estar en tierra durante el verano entraban en un periodo de poco gasto energético, una especie de «hibernación andante o de movimientos», y que esta estrategia podía ayudarles a compensar la pérdida de alimentos.

Sin embargo, este estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wyoming revela que los osos polares, en realidad, gastan una cantidad importante de energía, típica de un metabolismo regular, durante los meses de calor.

Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante la captura de más de dos docenas de osos polares, a los que se les pusieron collares para seguirles por satélite y se les implantaron marcadores para seguir sus movimientos y registrar su temperatura corporal tanto en la costa como en el hielo del mar de Beaufort, norte de Alaska y Canadá entre los años 2008 y 2010.

Y vieron que los osos reducían su temperatura corporal y sus niveles de actividad en comparación con los animales que cazaban y se alimentaban de forma activa, pero no a niveles tan bajos como los observados durante la hibernación para ahorrar energía. Al contrario, los descensos observados se corresponden con los de un mamífero en ayuno, cuya respuesta no supone un ahorro de energía significativo. Por lo tanto, dicen los investigadores, los animales no pueden usar la reducción de sus niveles metabólicos para tirar de las reservas de grasa cuando el alimento escasea.

La pérdida de hielo marino en el Ártico está superando las predicciones y ha aumentado la preocupación por el futuro de los osos polares, que están en la lista mundial de especies amenazadas. Los osos dependen del hielo marino en aguas de la plataforma continental para cazar focas, algo que realizan con más éxito entre abril y julio. Si este hielo desaparece por el aumento de temperatura sus oportunidades de caza se reducen y los animales tienen que nadar mayores distancias para encontrar hielo.

Nadan grandes distancias

En este sentido, los científicos descubrieron que los osos polares utilizan una respuesta fisiológica inusual para evitar la pérdida de calor mientras nadan en las frías aguas del Ártico. Para mantener una temperatura corporal que les permita sobrevivir más tiempo en el agua, los osos enfrían temporalmente sus tejidos exteriores creando una cápsula de aislamiento, un fenómeno llamado heterotermia regional.

«Esta heterotermia regional puede representar una adaptación a nadar largas distancias, aunque se desconocen sus límites», dicen los investigadores, que explican que uno de los osos del estudio sobrevivió tras una travesía a nado de nueve días y más de 600 kilómetros desde la costa hasta el hielo. Cuando le recapturaron siete semanas después, el oso había perdido el 22 % de su masa corporal, y también a su cachorro.

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